Dentro de la practica de la ASC pueden destacarse dos figuras cuyas funciones y tareas de planteamiento distintas. Estamos haciendo referencia a los profesionales y voluntarios de la Animación Socio-Cultural.
Por figura voluntaria entendemos aquellos agentes que no están acreditados para el
ejercicio profesional del trabajó que realizan, sin esperar ninguna compensación
en forma de salario. Por otro lado, el animador profesional equivale al técnico de
animación , aquel cuyo trabajo se desarrolla a partir de una preparación y un
contrato profesional. Claro que el animador voluntario no es exclusivamente por
motivación de ayuda , de desinterés hacia los demás, sino que se les exige una
preparación técnica que garantice la consecución de los objetivos de la Animación Socio-Cultural.
Mackli realizo una triple clasificación de los animadores :
1- Animador Idealista: Ejerce un papel de líder, sea en base a una asociación,
un sindicato, etc. Su motivación pasa por hacer triunfar una ideología.
2- Animador Honorífico: No le mueven motivos salariales en su actividad.
Actúa sobre un grupo en calidad de especialista o semiespecialista para realizar actividades concretas (teatro, cine, festivales, etc.) y le mueve una ideología de servicio.
3- Animador Pagado: Sus motivaciones suelen ser ideológicas y políticas y,
aunque reciba un salario por su actividad, mantiene dosis considerables de dicación y de compromiso social.
Sean o no sean profesionales, el sentido de compromiso social es un común denominador , lo que hace que una deontológica del animador pueda ser también común a ambos.
Mackli propone los siguientes puntos básicos de tal deontológica:
• Cumplimiento de los compromisos
• Consideración de de los intereses del grupo
• Hacerse útil
• Ponerse en tela de juicio
• Responsabilidad
• Mantener un espíritu de investigación, imaginación, y creatividad.
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